No digan prostitución, llámenle esclavitud

     Le dijeron que si engañaba a su hermana para que viniera desde Nigeria saldaría su deuda, 60.000 euros, y que dejaría de ser controlada para subir de estatus en la organización y pasar a ser controladora. Fue su peaje para salir de la parte más dura del infierno; a cambio tuvo que meter en él a su propia familia, la cual vivía con la esperanza de que Europa era la gran oportunidad, un lugar donde poder trabajar de limpiadora o camarera. Pero su hermana, al igual que ella, terminó siendo una esclava sexual en un club al que cada fin de semana acuden decenas de clientes. Ocurrió aquí, en Extremadura.

     El caso de esta nigeriana es sólo uno más del oscuro y cruel mundo que se esconde detrás de los locales de carretera donde las asociaciones que trabajan para ayudar a estas mujeres gritan con desesperación que no se ejerce la prostitución, sino la explotación sexual.

Enlace a noticia completa:  http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/extremadura/no-digan-prostitucion-llamenle-esclavitud_946512.html

Utzi erantzuna

Zure e-posta helbidea ez da argitaratuko. Beharrezko eremuak * markatuta daude