Agentes de la Policía Nacional han liberado a una mujer de origen nigeriano que, tras ser captada en su país de origen, estaba siendo obligada a ejercer la prostitución en diversas localidades españolas. La víctima llegó a España acompañada de su hija, menor de edad, a la que tenía que dejar con su propia explotadora mientras ejercía la prostitución para pagar la deuda contraída por el viaje de ambas.
Los policías averiguaron que la tratante contactaba con un hombre en Nigeria cada vez que necesitaba chicas nuevas a las que explotar. Éste, previo pago, se encargaba de captarlas y hacerlas llegar a España, trasladándolas por vía terrestre hasta Marruecos. Desde allí cruzaban el Estrecho de Gibraltar en peligrosas travesías en patera hasta las costas españolas.